El tiempo congelado.

Hay una cosa curiosa con el tiempo. Cuando uno se pone a pensar seriamente, realmente el tiempo no existe, sólo es una referencia... pero lo que si es real es que el tiempo pasa... es difícil de explicar pero pasa, inexorablemente... y nada podemos hacer para pararlo.
Y aunque esa referencia solo existe en nuestra mente, nuestro subconsciente cargado de ese mensaje del tiempo nos hace envejecer hasta desaparecer... ¿qué pasaría si eliminásemos esa referencia de nuestra memoria colectiva, de nuestros genes???...

Digo todo esto porque viendo fotos de mis hijos me doy cuenta de que el tiempo pasa.
Las fotos congelan el tiempo para que nos demos cuenta de que pasa...

Aquellos pequeños bebés que podíamos coger en brazos van creciendo y cambiando y las imágenes que tenemos grabadas en la mente se deforman con el tiempo, desaparecen poco a poco y si no existiesen las fotos perderíamos aquellos momentos que están ahí, escondidos en algún lugar en los cajones del tiempo.
Tienen razón las tribus que dicen que las fotos roban un trozo de alma... es verdad, lo roban y lo encierran en papel ( o en megabytes)... para que no olvidemos que el tiempo no existe pero que se puede capturar en imágenes fotográficas...

Y por mucho que sepamos que tenemos que disfrutar al máximo de todos los momentos compartidos con nuestros hijos porque nunca se volverán a repetir, nos cuesta darnos cuenta de la fragilidad de la vida y nos olvidamos de que cada momento, cada instante es importante...

Entonces eso; disfrutemos al máximo del momento porque todo se nos va... porque nuestras vidas no están ni por detrás ni por delante... están dentro...