Dentro de la Luz de lo Efímero Se Encuentra la Inmortalidad...

martes, 12 de julio de 2011

Hacer la bomba o ser una bomba.

En 1959, las Naciones Unidas aprueban la Declaración de los Derechos de los Niños. 

Este es el artículo 2: 


«El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente de forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad». 


Hoy, en 2011, en países como Pakistán o Afganistán y seguramente unos cuantos más, los niños son educados, preparados y vendidos para ser niños-bombas. Se puede pagar hasta 60.000 euros.

Al leer esa noticia se me ponen realmente los pelos de punta y el corazón en la garganta... 

¿Qué tipo de persona puede llegar a hacer eso?

Pensar que unos niños pueden transformarse en armas mortales nos da una idea de hacia dónde va el mundo si no cambiamos el rumbo. También nos demuestra la importancia que tiene la educación; es la base de todo; bien utilizada crea mentes libres, mal utilizada crea monstruos. Mientras nuestras hijos siguen creyendo en los Reyes Magos, en la magia de la Navidad y en las películas de Disney; mientras se tiran en nuestras piscinas para hacer la bomba, en otros sitios otros hijos de alguien se convierten en bombas.




No hay comentarios:

Publicar un comentario