En medio de una tempestad de mentiras
se desvanece la información arrancada.
Las páginas pasan para esconderse,
ya no hay nada que leer entre las líneas…
Líneas imaginarias sobre tierras
encadenadas con coronas de acero.
Muros encierran el mundo... mundos creando muros.
Los ciegos buscan el amor
en los ojos de los locos.
Y el odio observa la multitud que agacha la cabeza,
vencida por el fuego del infierno.
En medio de esos restos de vida camina hacía atrás
un niño;
desafiando el tiempo por un instante.
Pero el tiempo no se para, no se para nunca...
Y el niño se acuesta sobre el silencio,
cansado.
La tempestad desaparece.
El viento se calla.
El cielo se viste de negro…
Y de repente, en medio de una tranquilidad de mentira,
Empieza a llover…
Bombas...
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