Dentro de la Luz de lo Efímero Se Encuentra la Inmortalidad...

miércoles, 17 de agosto de 2011

Todo es un negocio.

Mi padre ha tenido la mala suerte de caer gravemente enfermo un domingo y en pleno mes de agosto. 
Llegar hasta el Hospital General fue una auténtica odisea. Al ser un enfermo crónico, mi madre llama a las ambulancias del hospital y le dicen que si no tiene un volante del médico no pueden desplazarse y que es mejor que llame al 112. Dicho y hecho pero en el 112 no pueden mandar una ambulancia si no les da la orden un médico, entonces mandan a un médico que llega a casa de mis padres...¡seis horas más tarde! 
El médico no ve la necesidad de mandar al enfermo al hospital. Tras una noche de sufrimiento, a la mañana siguiente volvemos con lo mismo y mi madre tiene que desplazarse al hospital, pedir el papelito al médico para que, por fin, una ambulancia transporte al enfermo hasta urgencias. En cuanto lo ve el médico se da cuenta (por fin) de que está muy mal y le pregunta a mi madre ¿¡por qué no lo ha traído antes!? 
Ahora bien, después de un día entero de pruebas y más cosas lo suben a planta con diagnóstico muy negativo y lo enchufan a todo tipo de máquinas, tubos y oxígeno. Tras unos días muy duros, mi padre logra recuperarse poco a poco. 
Ahora lleva una semana sin poder moverse de la cama pero ya empieza a estar consciente y cuando le pide a mi madre si puede ponerle la televisión descubren atónitos que ahora hay que pagar por ver la caja tonta en el hospital: nada menos que tres euros por día. Me parece vergonzoso que consigan sacar provecho de los miles de pacientes que están ingresados. Una auténtica vergüenza. ¿Es que el ser humano ha perdido toda humanidad? 
Algo no funciona...



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